LA TURBINA

Para generar electricidad se ha utilizado desde el Siglo XIX la transformación de energía mecánica en energía eléctrica con una máquina eléctrica generadora. Una de las formas de producir la energía mecánica que más se ha usado en las centrales eléctricas desde los inicios del Siglo XX es la expansión del vapor de agua, producido en una caldera de alta presión, en una máquina de expansión compuesta de varios escalones con álabes o paletas denominada turbina de vapor. La caldera de alta presión puede usar como fuente de energía la combustión de carbón, gas, combustibles líquidos o biomasa, así como otras energías como la nuclear o la solar de alta temperatura.

Esta turbina es una turbina axial de acción con presión constante en el rotor y montaje en discos de la marca Escher Wyss (Suiza) (Potencia nominal: 16 MW, velocidad: 1500 r/min, vapor a 35 kg/cm2 y 435 ºC y consumo de vapor: 4,3 kg/kWh). Su rotor funcionó desde 1949 a 1974 (25 años) en Puentes de García Rodriguez (La Coruña) con otra turbina gemela en una central térmica de 32 MW que consumía lignito (carbón) de la mina a cielo abierto, propiedad de la Empresa Nacional Calvo Sotelo que quería instalar allí una refinería de esquistos (tipo de roca).

Cuando se desmanteló la central, la propietaria de la planta era ENDESA que donó el rotor al laboratorio de Motores Térmicos gracias a la intervención de D. Santiago Sabugal. Fue reformada hace pocos años para su exposición.

Esta pieza está expuesta en el jardín de la ETSII.