EMILIO COLOMINA RADUÁN

Emilio Colomina Radúan nació en Alcoy el 28 de Octubre de 1862 y falleció el 24 de Noviembre de 1934.

Pertenecía a la promoción de 1885 de la Escuela de Barcelona.

Vida académica

Llegó a ser Director de la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal en 1887. Allí realizó también diversos proyectos técnicos, como la traída de aguas de la sociedad Santa Bárbara (Manantial de Santa María) de Cartagena, de largo recorrido, y con varios depósitos reguladores.

A principios de siglo se traslada a Madrid. Primero en la Escuela de Artes y Oficios, en donde en 1903 es Catedrático de las asignaturas de Mecánica General y Aplicada, y de Construcción.

Dos años después, en 1905, desempeña en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid, las Cátedras de Aritmética, Geometría Descriptiva y Estereotomía. En estas dos últimas permaneció hasta su jubilación, en 1932.

Fue director de la Escuela desde 1913 hasta 1916, y Director Honorario desde su jubilación en 1932, a petición del Claustro.

El señor Colomina acompañó en 1929 a la expedición que visitó la Escuela y la Exposición Universal de Barcelona. El viaje fue idea de Artigas, que era entonces director de la Escuela de Madrid.

Vida profesional

Comenzó sus trabajos profesionales en las obras de construcción del ferrocarril de Cuenca a Teruel.

Fue Vocal de la Junta de fijación de precios para la venta de hierros y aceros y Vocal de la Junta de obtención de locales para Escuelas Técnicas.

Desempeñó el cargo de Ingeniero Jefe de los servicios eléctricos industriales y de alumbrado en el Ayuntamiento de Madrid.

Fue nombrado Director de la Fábrica de Gas en los difíciles años de la guerra europea (1914-1918). En este periodo, la Fábrica de Gas fue incautada por el Ayuntamiento de Madrid. Don Emilio Colomina se desvivía entonces porque no faltara el carbón coquizable. A menudo se desplazaba a las estaciones cercanas a Madrid para analizar los carbones que venían en trenes, principalmente del Norte. La orden de incautación permitía desviar a la Fábrica cargamentos enteros de carbón, aunque tuvieran un destino inicial distinto. En 1932 se jubiló don Emilio, y en el acto de despedida, el director de la Escuela, don Juan Usabiaga, dijo que aquella labor salvó a la ciudad de Madrid. 

En la década de los años veinte dirigió la instalación del nuevo alumbrado eléctrico de Madrid. Son los primeros candelabros murales con linternas de presión, y que se colocan sucesivamente en las calles Arenal, Fuencarral, Hortaleza, Montera, Carretas, Toledo…

Los descendientes de don Emilio han continuado la tradición ingenieril, sobre todo en el sector de la construcción (Empresa Colomina y Serrano).