Ruta por Madrid - ¿Dónde estuvo la Escuela?
En 1788, Agustín Betancourt crea el Real Gabinete de Máquinas. El ingeniero tinerfeño trae una colección de máquinas desde París, temiendo su destrucción durante los altercados que desembocaron en la Revolución francesa. El RGM se establece en los Pabellones del Buen Retiro de Madrid (1) y abrió sus puertas en 1792. Actuaba como una especie de museo industrial para la divulgación de las artes e industrias del momento. Por tanto, el RGM fue el precursor de las Escuelas de Ingeniería Industrial en España.
El RGM cierra con la Guerra de Independencia y se traslada la colección de piezas al Real Almacén de Cristales en la calle del Turco, ahora Marqués de Cubas (2).
Durante la invasión de las tropas napoleónicas, José Bonaparte crea el Conservatorio de Artes y Oficios en 1810. El Conservatorio tenía doble función:
- Recopilación de máquinas, modelos, dibujos, libros e instrumentos del RGM y otras instituciones.
- Difusión de conocimientos científicos. Se enseñaba a fabricar máquinas e instrumentos y su utilización.
Después de la Guerra de Independencia, Fernando VII funda el Real Conservatorio de Artes en 1824, utilizando las instalaciones del antiguo Real Almacén de Cristales.
Las actividades del RCA desembocaron en la creación del Real Instituto Industrial en 1850, se acababa de crear la carrera de Ingeniería Industrial. Para los estudios, se utilizó el convento de la Trinidad Calzada (3), adquirido por el Reino en la desamortización de Mendizábal. El convento fue derruido en 1897, ahora el solar es ocupado por la plaza de Jacinto Benavente. Pero antes, en 1867, el Real Instituto Industrial se clausura, dejándose de impartir la carrera en Madrid hasta 1901.
Con el comienzo del siglo XX, y gracias al Conde de Romanones, se recuperaron los estudios, se creó la Escuela Central de Ingenieros Industriales, estableciéndose en unos locales en la calle Fuencarral, 77. Estos locales eran insuficientes para un centro que debía albergar laboratorios, talleres, clases y el museo industrial, así que, se habilitó la última planta del Colegio de Sordomudos. El edificio se encontraba al final de lo que era la Castellana, al lado de donde estaba el Hipódromo. Hoy en día, lo ocupa el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), en frente de nuestra actual Escuela (5).
Tras las quejas por la falta de espacio y los problemas de incompatibilidad entre los estudiantes y las personas que vivían ahí, el Conde de Romanones, una vez más, consigue que se habilite una zona del Palacio de la Industria y las Artes para la Escuela (6). En ese momento lo ocupaban varias instituciones como: el Museo Nacional de Ciencias Naturales, una fábrica de tabacos (de ahí, la chimenea) y un Cuartel de la Guardia Civil. El traslado duró varios años mientras se realizaban las reformas de acomodación.
En un principio, la Escuela solo ocupaba la parte central del palacio y la nave donde se encuentra el aula Puig Adam. De hecho, el salón de actos era un taller mecánico. A medida que pasaban los años, la Escuela se iba quedando sin espacio. Con la llegada de la República, se nombró Director de la Escuela a Juan Usabiaga Lasquívar, afín al nuevo Gobierno. Una de sus promesas era el traslado a un nuevo edificio y cuando el Gobierno expropia el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) se le asigna a la Escuela (7). El traslado no fue posible porque el edificio fue incendiado tras las revueltas anticlericales de 1931.
Después de la Guerra Civil, los jesuitas recuperaron ICAI. El cuartel de la Guardia Civil fue trasladado del Palacio y la Escuela consigue la nave de la cafetería y el aulario. Después de muchas reformas, la construcción de edificios anexos en los patios interiores y en la parte trasera del Palacio, se consiguió espacio suficiente para la Escuela.
Pero los años pasaban y el problema de falta de espacio volvió. Así que, en 1977, con la Escuela ya adscrita a la Universidad Politécnica de Madrid, se plantea el traslado a unos terrenos de la Universidad en Alcobendas (8). El proyecto incluía viviendas para alumnos y profesores, 8 pistas de tenis, piscina, campo de rugby, atletismo… Un campus de casi 332000 m2 de superficie. El proyecto no siguió adelante, el traslado era muy costoso, entre otros factores. Después de más de 100 años en el Palacio parece difícil que nos vayamos de nuestra casa.
