CARLOS MATAIX ARACIL

Vista general de uno de los talleres de ICAI *

Nació Don Carlos en Alcoy, el 8 de Marzo de 1880, y falleció el 1 de Julio de 1961.

Realizó sus estudios de Ingeniería Industrial en la Escuela de Barcelona, y pertenecía a la promoción de 1903.

Una vez terminados sus estudios trabajó en el Ayuntamiento de Valencia, que pronto abandonó, desilusionado por el ambiente de corrupción en que vivía aquel organismo.

A los 28 años aproximadamente, ganó la oposición a la cátedra de Cálculo y Mecánica Racional, que ocupó durante 42 años. Don Carlos mantuvo siempre una excelente relación con otros dos profesores de la Escuela: D. Alfonso Torán, y D. Emilio Colomina.

Junto con el señor Torán y el señor Nespral fundaron la editorial Nuevas Gráficas, que durante muchos años desempeñó un papel importante en el sector.

También fue el señor Mataix catedrático de Cálculo Integral y Mecánica Racional en el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI). Al llegar la II República se vio obligado a elegir entre el ICAI y la Escuela, pues como se sabe, este gobierno dificultó la labor del Instituto, hasta el punto que llegó a cerrarlo. Don Carlos optó por el ICAI y por lo tanto se le prohibió dar clases en la Escuela. Para bordear esta dificultad, en vez de dar las tradicionales clases, explicaba mediante conferencias.

Al señor Mataix le apasionó durante toda su vida la docencia, pero uno de los lugares donde más disfrutó dando clases fue en las Escuelas Nocturnas para Obreros, que fundó junto con el Padre Pérez del Pulgar (S.J.), del ICAI.

Además de gran matemático, Don Carlos poseía un profundo fervor cristiano. Presidía el Centro de Hombres de Acción Católica de su parroquia, era terciario carmelita, y veterano de la Adoración Nocturna. De sus nueve hijos, tres están consagrados a Dios.

La hija de don Carlos, Mª Teresa Mataix, ha encontrado unos papeles interesantes de su padre que muestran su amor por la enseñanza y por la Escuela en concreto:

Decálogo de los Profesores de la Escuela Especial de Ingenieros Industriales 

  1. Amar a la Escuela sobre todas las demás instituciones y ocupaciones profesionales que nos liguen con deberes.
  2. Celebrar las fiestas propias de la Escuela, inauguraciones del curso, reparto de premios o títulos… con la mayor solemnidad posible, como corresponde a las fiestas de familia de nuestra madre común.
  3. Servir a la Escuela sin tasa ni medida como el buen cristiano tiene el deber de servir constantemente a su Dios y Señor.
  4. Honrar en todas partes y en todos los tiempos a nuestra madre Escuela, presentándola como la mejor de las Escuelas, la de mejores laboratorios e instalaciones y cuyo profesorado no es inferior al de las demás.
  5. No matar las iniciativas de mejora y grandiosidad que sientan la Dirección o los Patronos de la Escuela, antes al contrario, cooperar con decisión a cuanto signifique dignificación de la Escuela.
  6. Estudiar y profundizar en las materias de las respectiva Cátedra, imponiéndose el deber de estar al corriente en el conocimiento de la Bibliografía de las materias que nos corresponden a cada Profesor, con lo cual elevaremos el nombre de la Escuela.
  7. Publicar con nuestros medios o con las facilidades que da el Patronato o Junta de Publicaciones los resúmenes de nuestros estudios, las monografías que se estimen oportunas, y las lecciones de clase para facilitar la labor de los alumnos y quizás también la parte de formulario que nos corresponda, para que entre todos los profesores se publique un formulario general de la Escuela, compendio de todas las materias de la carrera, con las notaciones corrientes y uniformes seguidas en las explicaciones de las cátedras.
  8. No mentir en el horario de entrada y salida de las clases, cumpliendo con puntualidad el cuadro horario aprobado por la Dirección de la Escuela.
  9. No desear ni enchufes ni gratificaciones ajenas, sino más bien corresponder y demostrar el amor a la Escuela con trabajos extraordinarios que hagan posible que aquellos y aquellas no sean ajenos sino propios y bien merecidos y conquistados por nuestro esfuerzo.
  10. Pagar con nuestro esfuerzo cerca de los alumnos los diezmos y primicias de nuestra ciencia y de nuestra investigación, para conseguir que nuestros alumnos sean los mejores Ingenieros y los que más alto pongan el nombre de nuestra querida Escuela.

Estos diez mandamientos se resumen en dos: amar y servir a la Escuela sobre todas las cosas como nuestra principal ocupación y preocupación (encaminada al servicio divino, desde luego) y amar y servir a los compañeros con nuestro esfuerzo, como nos estimamos, servimos y dignificamos a nosotros mismos.

Dos hijos del señor Mataix se dedicaron a la enseñanza: Claudio y José Luis. D. Claudio Mataix Plana S.J. ha sido eminente catedrático de Mecánica de Fluidos y Turbomáquinas en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales del ICAI. D. José Luis Mataix Plana ha sido profesor de Cálculo y Mecánica en nuestra Escuela, y actualmente su hijo y su nieto continúan enseñando en la misma Escuela, aunque en diferentes asignaturas. En total, cuatro generaciones Mataix enseñando en la Escuela de Madrid.

En la obra de Manuel de Foronda, Ensayo de una Bibliografía de los Ingenieros Industriales (1948) figuran las siguientes obras del señor Mataix:

  • Álgebra Práctica. Madrid, Nuevas Gráficas, 1931.
  • Análisis algebraico e infinitesimal. Nuevas Gráficas, 1927.
  • Aritmética General y Mercantil. N.G., 1934.
  • Cálculo Integral. N.G., 1942.
  • Cálculo vectorial intrínseco. N.G. ¿1941?.
  • Elementos de nomografía. N.G. 1928.
  • Las funciones en el análisis vectorial. Revista de Ingeniería Industrial (RII), 1935, nº57.
  • Fundamentos de Mecánica Estadística. RII, 1930, nº 6.
  • Geometría Intuitiva. Alfa, 1944.
  • Iniciación matemática. N.G. 1939.
  • Introducción al cálculo tensorial. RII, 1934.
  • Primeras nociones de mecánica relativista. G. Koehler, 1923.
  • Sobre relaciones homológicas entre secciones cualesquiera de una cuádrica. RII, 1933, nº 43.
  • Tratado de Geometría analítica. G. Koehler, Madrid, 1919.
  • Tratado de Mecánica racional. Imprenta Clásica Española. Madrid, 1923.